ZINC
Se trata de un mineral esencial para las plantas, los animales y los seres humanos. Entra en la composición de numerosas enzimas
El zinc está relacionado con multitud de procesos metabólicos importantes por lo que es conocido como un nutriente indispensable para la salud. Este micromineral se halla en el páncreas. El organismo contiene 300mg/kg, como término medio en el adulto, lo que demuestra su importancia.
La cisteína (aminoácido) favorece la absorción de este mineral; tras ello, y gracias a los jugos pancreáticos, es trasportado a través de las células intestinales.
Las mayores concentraciones de este mineral se encuentran en los órganos genitales, glándulas endocrinas en general y sobre todo en la hipófisis, los huesos, los músculos, la piel y otros tejidos corporales.
Es excretado por vía urinaria y por las heces aunque en determinados procesos patológicos las pérdidas pueden ser mayores.
Aunque es uno de los componentes más importantes de la dieta y las necesidades básicas son generalmente cubiertas por la alimentación (15/20 mg/día), se han observado carencias de este mineral.
- Función:
El zinc es un mineral presente en el organismo formando parte del hueso y de numerosas enzimas, entre ellas, la anhidarasa carbónica, la carboxipeptidasa y las deshidrogenasas. Interviene en procesos metabólicos como la producción de linfocitos, la síntesis de proteínas y la formación de insulina. Desempeña un importante papel en el crecimiento, las funciones psicológicas, la formación de espermatozoides, la defensa del sistema inmunitario, además de acelerar la cicatrización de las heridas, favorecer en el crecimiento del feto en mujeres embarazadas, participar en la formación del colágeno y de la elastina de la dermis, favorecer el tránsito intestinal y participar en el buen funcionamiento de la próstata y de los ovarios.
Ayuda a la formación de insulina.
Está presente en la contractibilidad de los músculos.
Es esencial para la síntesis de proteínas.
Es importante para el equilibrio ácido-alcalino de la sangre.
Normaliza la función de la glándula prostática.
Participa en el desarrollo de los órganos reproductivos.
Es necesaria para la síntesis de ADN.
Nuevas investigaciones lo relacionan con el buen funcionamiento del cerebro. Desempeña un importante papel en las funciones psicológicas.
Contribuye a la integridad defensiva del plasma.
Interviene en la formación de los glóbulos rojos.
Ayuda a disminuir los depósitos de colesterol.
Favorece la cicatrización de las heridas.
Ayuda a la digestión de los hidratos de carbono.
Participa en el metabolismo del fósforo y de la vitamina B1.
Favorece la liberación de vitamina A de su depósito hepático.
Colabora en el desarrollo del esqueleto, sistema nervioso y cerebro del feto.
Estimula la producción de linfocitos siendo así importante para el sistema inmunológico, junto con el cobre y el magnesio.
Útil en diarreas, colitis ulcerosa, esterilidad, debilidad general, temblores, alopecia, fotofobia.
Publicaciones recientes consideran al zinc como elemento importante frente al cáncer.
El zinc y manganeso el actúan sobre las enzimas (superóxidos dismutasas) que participan en los mecanismos de protección celular contra los derivados tóxicos del oxígeno. También participan en la lucha contra los procesos infecciosos a través de su acción sobre los radicales libres.
- Fuentes alimentarias:
Se encuentra en los crustáceos (ostras), en la levadura de cerveza, en el germen de trigo, en las carnes, en los huevos, en los productos lácteos (quesos) y en las legumbres secas, , el hígado de pato, las verduras de hoja verde y las nueces, semillas de calabaza, espinaca, col, repollo, lechuga, tomate, zanahorias, berro, cereales integrales, salvado de trigo, avena integral, mostaza molida, ostras, pescados.
- Deficiencia y/o toxicidad:
Su déficit produce un retraso del crecimiento y un retraso del desarrollo de los órganos genitales. También puede producir anemia, retraso en la cicatrización de las heridas y pérdida del apetito. Su déficit puede provocar:
Alteraciones mentales.
Alteraciones en la forma y función de los órganos reproductores masculinos.
Alteraciones en el sentido del gusto y olfato.
Depresión inmunitaria, sensibilidad a las infecciones.
Baja tolerancia a la glucosa.
Manchas blancas en las uñas, anorexia, diarrea, naúseas, vómitos, fiebre.
La Cantidad Diaria Recomendada (C.D.R.) es de 12-15 miligramos, aumentando en mujeres embarazadas y en lactantes. Los niveles de zinc en el organismo se suelen ver disminuidos por el consumo de tabaco, de café y de alcohol en exceso.
- Causas que favorecen su déficit:
Defectos de absorción, pérdidas excesivas o anomalías congénitas del metabolismo.
Un elevado consumo de fibra dietética porque impide su absorción.
La ingesta excesiva de cadmio ya que favorece la deficiencia de zinc.
Las proteínas vegetales utilizadas como la única fuente de proteínas en la dieta provocan niveles bajos de zinc en la misma.
El ácido fítico y los polifosfatos ya que pueden provocar bajos niveles de zinc en sangre.
El embarazo.
El primer año de vida y la fase rápida de crecimiento.
El síndrome premenstrual muy acusado.
Las enfermedades graves.
El contenido de zinc en los alimentos varía según las regiones y los abonos utilizados. El exceso de cobre, su antagonista, puede obstaculizar su asimilación.